martes, 20 de septiembre de 2011

Carta de intenciones

Introducción:

Una mañana más, un pupitre muy usado, un bolígrafo que indeciso y vergonzoso, está bloqueado, porque quien lo usa no sabe cómo expresar todo lo que dentro tiene sin sentirse mínimo, neutro, patético o ridículo al intentarlo. Demasiadas corazas exteriores de hombre duro  para demostrar lo que su alma esconde.

Solo puedo expresar mi intención en forma de escrito y quiero: dejar de lado la vida de barrio, dejar los vicios innecesarios, sentirse útil, necesario, querido, responsable, inteligente y sobre todo tener las mismas posibilidades de brillar que el resto. Hoy os habla el alma, invocada, de este pequeño vagabundo, que sin rumbo desea ser algo más, que alguien más.

Objetivos:

Bueno, después de esta pequeña introducción, quiero dejar constante mi intención real de esta optativa. Me gustaría poder expresarme mejor, compartiendo mis experiencias y escritos con todo aquel que lo necesite, admiro escribir y me quedo anonadado por cualquier  forma de arte. Me considero artista porque disfruto de todas las pequeñas cosas que me aportan felicidad: una puesta de sol, una canción, un gesto de amistad, etc. Soy bailarín desde hace ocho años, escribo desde los trece y respeto todas las filosofías de vida. Pero tengo dos grandes problemas en el arte de escribir, que quiero rectificar: las faltas de ortografía y la expresión.
Tengo la necesidad de escribir desde hace ya mucho, pero deseo ser mejor, poder corregir mis escritos y que me digan mis compañeros junto a mis profesores, que defectos existen, que podría añadirles, cuales serian las rimas adecuadas, los recursos necesarios para que todo eso fuera más armónico, dulce, expresivo,etc. Quiero que mis escritos sean como, esos escritos en los que te sientes identificado, que te conmueven, que necesitas de ellos de vez en cuando y que a diferencia de nosotros, los humanos, perduraran a lo largo del tiempo.

2 comentarios:

  1. Esta presentación es tan personal que uno no puede evitar emocionarse. Llega al tuétano ¡sí señor!, ¡qué poderío! Creo que en esta especie de confesión suena, clarísima, tu alma rapera.
    En cuanto a la ortografía y a la expresión detecto algunos fallos que ya comentaremos en clase.

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  2. ¡Muchas gracias!, me alegro que te guste.
    Y en lo que pueda mejoraré.

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